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Dieta Mediterránea y función pulmonar
La dieta mediterránea consiste en una alimentación basada en frutas frescas, vegetales y cereales integrales, aceite de oliva, preferentemente el extravirgen, así como pescado y aves de corral.
Por otra parte conlleva a un bajo consumo de productos lácteos, carnes rojas y procesadas, dulces y alimentos refinados.
En una investigación realizada por la Universidad de Larissa, en Grecia y presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Respiración celebrado en Barcelona, se demuestra como la dieta mediterránea mejora marcadamente la función pulmonar en pacientes aquejados de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) gracias a los antioxidantes contenidos en las frutas y las verduras.
 
ENFERMEDAD LIMITANTE
Esta enfermedad se debe a la obstrucción o limitación crónica pulmonar de manera poco reversible.
 
Se diagnostica hasta en un 50% de fumadores y ex fumadores como consecuencia de una exposición mantenida al humo del tabaco.
Sus manifestaciones más típicas son la falta de aire a veces hasta a los pequeños esfuerzos, aumento de la tos y de la expectoración con cambio del color de los esputos.
La afectación de la corriente del aire inhalado puede avanzar durante años y muchas veces no es detectada.
 
DIETA MEDITERRÁNEA EN LOS FUMADORES
En la investigación fueron comprendidos 120 pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica con diferentes grados del padecimiento.
Fueron divididos en dos grupos. A uno de ellos se le orientó mantener una alimentación basada en los principios de la dieta mediterránea además de cumplir con el tratamiento indicado.
El otro grupo solo cumplió con su tratamiento y no se orientó en ellos ningún tipo de alimentación específico.
A los tres años de la primera consulta fueron evaluados nuevamente. Quienes mantuvieron su alimentación basada en la dieta mediterránea presentaron una mejoría de más del 14% de su función pulmonar.
 
LOS RESULTADOS
Esta investigación indica como la dieta mediterránea actúa favorablemente sobre la salud de los pulmones y la función respiratoria, aunque ya eran conocido sus efectos beneficiosos en el cuerpo humano más allá del sistema con el cual respiramos.
Los alimentos comprendidos en la dieta mediterránea como son las frutas y las verduras contienen elevadas cantidades de antioxidantes así como también vitamina C, E y beta-caroteno, protectores de los pulmones de la oxidación causada por el tabaco y la contaminación ambiental.
Estos elementos nutricionales también poseen propiedades antiinflamatorias, transformando los desechos tóxicos del oxígeno inspirado en formas menos agresivas.
 
EL CONTENIDO
En los alimentos de la dieta mediterránea, entre otros, abunda la vitamina A en las verduras rojas como el tomate, la remolacha o la zanahoria; las vitaminas del complejo B presentes en los de hoja y la C predominante en las frutas cítricas.
La dieta mediterránea también es rica en minerales, entre ellos el magnesio, facilitador de la dilatación bronquial.
 
PROTECCIÓN ADICIONAL
La dieta mediterránea también ha demostrado sus virtudes como protectora del sistema cardiovascular e inmunológico por solo citar algunos ejemplos.
A diferencia de la dieta occidental, rica en azúcares, grasas, alimentos refinados así como carnes rojas y procesadas, todos ellos factores agresivos para la salud y favorecedores de la obesidad, la dieta mediterránea ha demostrado su eficacia en la prevención y mejoría de la salud de los seres humanos.



MSc. Dr. Alberto Quirantes Hernández
Master en Ciencias y Profesor Consultante
Jefe del Servicio de Endocrinología
Hospital Docente “Dr. Salvador Allende”
La Habana – Cuba
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Mas info.
Prof. Alberto Quirantes
 
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