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Historia

Esta población, dada la proximidad de las restantes 22 localidades de la comarca del Andarax, se ha visto inmersa en los procesos históricos de la región, al igual que el resto de pueblos.

Una de las sacudidas más fuertes de la zona fue la revuelta de los moriscos y la consiguiente repoblación, que se efectuó con castellanos viejos. En esta zona la mayoría de los repobladores provenían de Andalucía, ya que el Andarax fue repoblado en 1574 por 810 vecinos, que se distribuyeron por las 4 Tahas.

Foto antigua de un grupo de las gentes de Padules

Andalucía aportó 283 vecinos, lo que supuso el 34,9% del total. La actual zona de Castilla-La Mancha con 195 repobladores, que representan el 23,9 por 100. El tercer aporte en importancia es el de Valencia, con 131 repobladores, el 16,1% del total. A estas regiones le siguen Murcia, Castilla-León, Extremadura y Galicia.
De la zona andaluza, Jaen aportará la mayoría de la población, el 59,7%, seguida del Granada, con un 21,9%, Córdoba con un 11,3% y Sevilla con un 7%. Otro hecho fundamental que vivió la localidad de Padules, al igual que el resto de la comarca y también la provincia, fue el descenso de la población por la emigración que se hacía a zonas más prósperas de España y al extranjero.

En el caso concreto de Padules y la comarca del Andarax, la situación era más difícil, dado que la caída del cultivo de la vid provocó la salida de la mayor parte de la población. Este descenso de la producción de la uva tuvo como origen un hecho mundial, la I Guerra mundial, que alteró totalmente la economía internacional y dificultó en gran medida el comercio entre los países.

Esto trajo consigo para la uva la pérdida de unos mercados y limitaciones a su entrada en otros, obstáculos a los que se añadían las dificultades creadas para su transporte por la falta de barcos e incluso los problemas para su cultivo, unas veces por falta de dinero y otras por la escasez de algunas materias primas imprescindibles, abono o azufre, entre otros.
El resultado de todos estos factores fueron unos años en los que la producción de uva estuvo generalmente por debajo del nivel alcanzado desde principios de siglo y unas campañas que resultaron desastrosas debido a las malas ventas que se realizaba de la uva, con precios que muchas veces no llegaban siquiera a cubrir gastos.
La crisis de la exportación de uva tuvo como consecuencia inmediata la agudización de las difíciles condiciones de vida de la comarca, desequilibrando la relación recursos-población y produjo un importante descenso de habitantes.

Entre 1910 y 1920 la población en toda la comarca descendió de 53.554 personas a 45.717, que es un gran escalón poblacional en aquel entonces, si tenemos en cuenta que uno de los pueblos más importantes y prósperos de la provincia, Berja, contaba en 1910 con 12.345 habitantes.
Esta situación causó una gran merma en la población de la zona, lo que se reflejó en un paulatino abandono de los pueblos, que volvieron a ser recuperados años después, por vecinos que regresaron de vacaciones o por una paulatina recuperación del censo poblacional.

Pese a todos estos avatares, la localidad ha conservado su belleza singular y sus tierras ricas, que la dotan de enormes atractivos para la agricultura.

Padules, dentro de la Taha de Lúchar, se halla en una zona eminentemente agrícola, cuyos habitantes desarrollan tareas relacionadas con la producción de diversos cultivos.

Enlace a "El lugar de Padules" (artículo con más historia de Padules, obtenida del libro de apeos).